miércoles, 2 de noviembre de 2011

Cap 19. Mío, solo mío

Es decir que Soer esta cerca, pues debo pelear con él, pero... ¿cuánto tiempo tendré? Un escalofrío recorre mi columna vertebral, no puedo ni imaginar cuando llegue el momento de estar frente a frente con ese ser... repugnante. 
Debíamos esperar, y yo me tenía que entrenar inmediatamente, no sea cosa que se nos aparezca y yo no este preparada para nada. 
-Ovatsug -dije mientras lo abrazaba -debemos entrenar -susurre en su oído, él me miró, tenía los ojos hinchados, había llorado. 
-Lo sé -dijo mientras se levantaba y se dirigía a la sala. Yo me quedé sentada allí en la cocina. -Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! -escuche un grito proveniente de él. Me dirigí corriendo hacía la sala y pude ver a mi amigo Edahi con Atempa -¿Quién es él? -gritó desesperado mi amor- 
-Para -dije antes de que lanzara algún hechizo -Es amigo nuestro, Edahi -Ovatsug me miró fijamente a los ojos-
-Edahi? -dijo sorprendido- Tu eres Edahi? -se lo notaba entusiasmado- 
-Si soy yo -dijo mi amigo mientras lo miraba nervioso- 
-Oh, esto es genial! -comenzó a gritar mi amor mientras me abrazaba fuertemente, yo seguía sin entender nada- 
-¿Qué sucede? -pregunté confusa- 
-¿Qué no sabes quién es él? -preguntó mientras me miraba a los ojos fijamente, yo lo mire aún más confundida- 
-Oh, debes esperar -dijo mientras miraba a Edahi- Bienvenido a la familia, hermano -dijo sonriente ¿qué?- 




-Amor, debo irme... esta bien que Edahi me cubrirá, pero si se da cuenta de algo? -le dije a Ovatsug mientras llevaba a mi boca un bocado de esa deliciosa comida hecha con las sus perfectas manos- 
-No va a descubrir nada, porque nadie puede contra nosotros -dijo sonriente mientras bebía un poco de agua, yo no pude evitar sonreír- 
-Si gano la batalla -comencé a hablar mirando al plato de comida -vamos a estar juntos... ¿verdad? -espere su respuesta- 
-Claro... ¿a qué se debe esa pregunta? -me miró curioso, podía sentir su mirada sobre mi cuerpo, me puse realmente nerviosa- 
-Temo que me lleven de vuelta a mi dimensión -dije sin apartar la vista del plato, ver sus ojos en estos momentos, me pondría demasiado nerviosa... - 
-Si lo hacen, te seguiré sea como sea, para quedarme contigo -se paró y se arrodillo a mi lado -Te lo prometo, te amo Flora -dijo mientras levantaba con unos de sus dedos mi mentón y depositaba un pequeño beso en mis labios, yo solo sonreí -Ven, voy a mostrarte algo -me tomo de la mano y me llevó con él- 
No sabía que quería mostrarme y la intriga existía en todo mi cuerpo, a tal punto de volverme molesta. Me encontraba sentada en la cama mientras él buscaba en su bolso algo, ¿qué? No lo sé, lo he preguntado millones de veces y no quería contestarme. 
Al fin sacó una pequeña cajita color negra y se sentó a mi lado. 
-Esto, es muy importante para mi -dijo mientras tomaba mi mano con la suya -Es algo que nunca me atreví a darle a nadie, porque no puedo separarme de este objeto... aunque no es un simple objeto -dejó sobre la palma de mi mano la pequeña cajita, la abrí y dentro llevaba un anillo con una piedra preciosa color azul marino -Era de mi mamá, se lo había regalado mi padre cuando se conocieron, pero hay un secreto -yo lo miré sorprendida a los ojos, para seguir escuchando su historia -Gracias a este anillo, mi padre le entrego su vida a mi mamá, cuando uno de los dos esta mal, la piedra cambia de color... así quedaron unidos para siempre, y donde iba mi mamá él debía estar allí, pues su vida se encontraba con ella -una lágrima comenzó a salir de mis ojos, la historia era muy emotiva -Te lo doy, para que sepas que con esto, jamás podrán separarnos -dijo sonriente, todavía recordando la bella historia de sus padres, me colocó el anillo en uno de mis dedos de la mano izquierda- 
-Te amo -dije mientras me abalanzaba sobre él y comenzaba a besar sus hermosos labios, era una batalla para ver quien se amaba más, nuestras lenguas se buscaban en cada rincón de nuestras bocas para hacer una sola, y bailar... me tomó de la cintura y giró quedando él encima mío, nos separamos para respirar y apoyó su frente en la mía- 
-Eres mi mujer, y yo soy tuyo... -susurro mientras una sonrisa se le dibujaba en su rostro. Volvió a besarme pero esta vez con más intensidad haciendo que los dos nos envolviéramos en una burbuja llena de amor, pasión y deseo- 
Ovatsug, él primer hombre que ame de verdad y él único capaz de hacerme mujer. 

2 comentarios:

  1. Buenisiimooo Mileee, excelente capii me da gusto tenerte de vuelta nena.
    Besos y luego pasate por el blog sabes que es tu casa :)

    ResponderEliminar
  2. Cielo tienes premio en mi blog, abrazos
    http://reflejosdelunaenlacascada.blogspot.com/2011/11/premios-twilight.html

    ResponderEliminar

Deja tus palabras de aliento, tu granito de arena... me harás muy feliz ..