lunes, 28 de noviembre de 2011

Cap 22. ¿Qué?!

-Puedes decirme como rayos podemos leernos la mente?! -pregunté ya histérica mientras el chico frente a mi trataba de sacar conclusiones. Me estaba desesperando, ¿cómo es qué con Edahi nos podemos leer la mente y con otras personas no? 
-¿Crees que sé? -me respondió algo más tranquilo -Flora, debemos ir por Ovatsug, él ha de saber algo -yo solo asentí. -Vamos -tomo mi mano para luego cerrar los ojos fuertemente para que de un momento a otro aparecer en la cocina de mi amor. 
-Ovatsug ... -lo llamé, despacio con miedo. "Habla más fuerte, no va a escucharte" escuche, me di vuelta y miré a Edahi algo atónita. -¿Hablaste? -pregunté confundida, esto me mareaba. Me miró fijamente. "No puedo escucharte a ti, pero tú a mi si" volví a escuchar, miré a todos lados buscando el lugar proveniente de aquella voz que resonaba en mi cabeza. "Soy yo" lo miré otra vez fijamente a los ojos. 
"¿Pero qué?..." pensé, él me miró y sonrío satisfecho "Logré escucharte" esta bien, analicemos las cosas, estoy teniendo una conversación mental con Edahi, esto realmente era raro. Comencé a escuchar su voz rápidamente en mi cabeza sin entender ni una sola palabra de lo que decía, llevé mis manos hacía mi cabeza rogando al cielo que esa tortura terminara y de un momento a otro, todo estaba en silencio y solo se podían escuchar mis propios pensamientos. 
Abrí los ojos y lo miré, él tenía la mirada perdida, tanto silencio me agotaba. 
-Ovatsug! -grité algo histérica, aunque Edahi no quiso verme, no se jactó de mi nerviosismo. 
-¿Qué sucede? -dijo una voz detrás de mi, mientras él depositaba un pequeño beso en mi cuello. Me tranquilizó. 
-Nos... leemos la mente -hablo Edahi de una vez por todas. Pude sentir la mirada de Ovatsug en mi, me di media vuelta y lo vi a los ojos. Esos ojos que me volvían tan loca, que me ataban a la tierra para luego hacerme volar en un mundo desconocido y perfecto. 
-¿Cómo es eso? -me preguntó algo desorientado... 
-Si, de repente sus pensamientos los escucho en mi cabeza -Edahi me interrumpió. 
-Si, y yo los suyos... pero al parecer se puede controlar porque ella rogó e imploro no escuchar más mi molesta voz -hizo una mueca de disgusto y yo le pedí disculpas mentalmente -Y paró -
-Al fin! -gritó Ovatsug mientras me abrazaba y despegaba mis pies del suelo. "¿Qué sucede?" Le pregunté a mi compañero, pero no recibí respuesta, desee poder volver a leerle la mente. "No lo sé, me gustaría leerle la mente a él también" lo escuché, esto se me hacía raro. 
Ovatsug me depositó en el suelo y me miró fijamente luego a Edahi y me tomó de la mano para que lo siguiera. 
-Vengan! -dijo alegre, yo no entendía, nada de nada. 


Lo que veían mis ojos, todavía no llegaba a procesarlo en mi mente. "Somos hermanos" repetía una y otra vez mi ... no lo sé, lo miré fijamente algo aturdida y una, dos, tres y una cantidad inmensa de lágrimas salieron de mis ojos. Tenía un hermano, ¿cómo? ¿cuando? No lo sé, pero era mi hermano. Me abalancé sobre él y comencé a llorar, él me acompaño en el llanto. 
-Esto es imposible -me susurró al oído, yo me separe un poco para verlo a los ojos. 
-Nada aquí es imposible -sonreímos y nos volvimos a unir en un nuevo abrazo, lleno de sentimientos. 
-Bueno, bueno -interrumpió Ovatsug la escena -Hay algo que deben saber -lo miramos los dos, ¿había más? pensamos al mismo tiempo. -Pues... ustedes mis amigos deberán luchar codo a codo contra Soer. -dicho esto más lágrimas salieron de mis ojos y Edahi me aferró aún más fuerte contra su cuerpo. 



Cap 21. Manipular

Y entonces fue cuando comprendí todo, algo me dijo lo que estaba sucediendo. Al fin pude ver con claridad, al fin aquella venda que tenía en los ojos se me fue y veía todas las cosas que pasaban a mi alrededor. 
Soer, manipulaba a Angela para que lo ayudara, ella es solo una victima más en manos de las garras de ese maldito... pero había un detalle, ella estaba enamorada de él. ¿Cómo iba a salvarla habiendo un sentimiento tan fuerte en el medio? Yo ahora comprendí lo que se siente amar a una persona por sobre todas las cosas, puedes ser lo que él necesite y puedes hacer lo que él quiera, solo para no perderlo. 
-En serio Edahi , es lo que escuche -hablábamos en susurro en mi habitación para que nadie nos escuchara. 
-No puedo creerlo Flora, es solo eso... Angela tiene poder ¿por qué se dejaría hacer eso? -preguntó tratando de sacar alguna conclusión. 
-Mira, ella lo ama. Y Angela , tiene el poder gracias a él, sino no sería nada. En serio, hay que hacer algo -debíamos hacer algo urgente si queríamos que todo salga bien. 
-Mira, podemos hacer lo mismo que Soer... -dijo pensativo -Manipularla para que hable -yo negué 
-No, solo hay ... que averiguar -negué con la cabeza, no me iba a caer tan bajo. Solo había que saber que era lo que Soer tramaba con todo esto, y eso estaba por comenzar. 


-Puedo descansar? Por favor -le rogaba a mi nuevo amigo mientras me paraba en seco antes de seguir practicando los trucos. 
-No, todavía falta mucho... Ovatsug dijo que hay que seguir -me miró serio, estaba cansada y agotada, no sabía que yo tenía el poder para hacer tantas cosas... pero no podía más, necesitaba un descanso de un año o dos, como mínimo. 
-Flora... -me miró sorprendido Edahi, yo lo miré confundida ¿qué había pasado?-Acabo de... escuchar tu voz en mi mente -estaba shockeado y yo también. ¿Cómo? 
-Es mentira -dije negando. No podía ser cierto, Edahi tenía el poder de leer mentes... jamás me lo dijo. 
-Es que no lo tengo! -gritó nervioso -No , hasta ahora -me miró fijo, me sorprendí, había leído mi pensamiento. Comencé a pensar en Ovatsug, y en lo que sucedió la noche anterior, a ver si era verdad lo que sucedía.
-Deja de pensar en eso ! -volvió a gritar llevando sus manos a su cabeza -Es asqueroso -comencé a reírme y luego pare, algo en mi mente... visiones, de él con Atempa, besándose. 
-¿Te besaste con Atempa? -el me miró atónito, asintió lentamente con la cabeza. 
-¿Cómo... -no lo deje terminar. 
-Lo vi, en mi mente -nos miramos fijamente a los ojos, algo estaba ocurriendo. 


Narra Lila : 
Todo iba a la perfección, mi hijos se habían encontrado al fin, después de tanto tiempo. Me encontraba en mi salón de relajación, estar escondida me da mucho tiempo libre, lo utilizo para relajarme y poder ayudar a mis hijos a travesar este camino hacía la verdad. 
Decir que mis hijos son la razón de mi existencia, es poco, ellos son mi motor para seguir aquí, refugiada. Si no fuera por ellos, yo ya me habría ido a otro mundo con mi amor... 
-Ya saqué los escudos, pronto descubrirán que son hermanos -dijo mi cuidadora mientras se dirigía hacía mi. Ella era alguien estricta, golpeada por la vida. Había perdido a sus hijos en una guerra, estaba dispuesta a ayudarme. 
-Gracias -dije mientras abría a los ojos y miraba los suyos, aquellos ojos tan grandes color gris, de los cuales Soer se ha enamorado una vez. 
-Sabes que no tienes que agradecer nada... ellos deben hacer esto, por el bien de la vida -me miró fijamente -Si Soer no fuera así... si se hubiese dejado por el amor, por sus hijos, nada de esto hubiese pasado -unas lágrimas cayeron de su rostro. Lian, era la única humana que tenía idea de la existencia de otras dimensiones, ella fue el único amor de Soer... si es que puede llamarse amor a lo que tuvieron. Lian le entrego su vida, todo por el amor inmenso que tenía hacía él; pero un día al amanecer él ya no estaba, se había ido a buscar reclutas para su plan, la dejo sola y embarazada de mellizos. 
Al tener los hijos, Soer se dirigió a verla, parecía conmovido pero no. Lo único que hizo fue dejarla a la deriva en medio de una guerra entre dos dimensiones, así fue como mataron a sus hijos y desde ese momento ella no es la misma. 



viernes, 18 de noviembre de 2011

cap 20. ¿Soer?

Estábamos los dos recostados en la cama y yo estaba con la cabeza encima de su pecho mientras el me hacía pequeños "rulitos" en el pelo. El sol iluminó la habitación por completo; no quería abrir los ojos y tener que arruinar ese momento lleno de dicha, comencé a recordar lo sucedido hace solo unas horas y una pequeña sonrisa se dibujo en mi rostro. Jamás había sentido tanta felicidad, pero claro, el amor todo lo puede. Abrí lentamente los ojos y vi los rayos de sol que entraban por la persiana de la ventana, levante un poco la mirada y pude admirar al ser que más amaba en este planeta, con los ojos cerrados, pero parecía despierto.
-¿Ovatsug? -susurré mientras me apoyaba en mi codo para verlo mejor, cada linea de su cara, cada milímetro de su cuerpo. Él era perfecto. Abrió los ojos lentamente y me miro fijamente. 
-Hermosa -dijo admirándome. 
-Puedo decir lo mismo de vos, hermoso -solté una pequeña risita. 
-Sabes...? Fue la mejor experiencia de mi vida - 
-La mía igual - sonreí 
-Te amo -
-Y yo mucho más -dije mientras nos dábamos un tierno beso. 




Me dirigía a la habitación de Angela, para seguir con la farsa... esta farsa que solo era para salvar a la humanidad, y todo estaba en mis manos. ¿Cuánta responsabilidad no? Pues sí, y juro que en la espalda tengo una mochila que me pesa y día tras día se agrega otra cosa más. El día que termine todo esto, podré sacarme aquella mochila y sentirme libre, al fin. 
La puerta estaba entreabierta, y note una luz... ¿una luz? Eso era imposible. Ella hablaba con esa luz, sentada en la cama hablando, discutiendo. 
-Eres torpe! -escuché gritar a la luz. Extrañamente un escalofrío me recorrió por completo. 
-Pero... he hecho todo lo que me pediste, ¿qué se supone que haga? -parecía desesperada, por un momento la vi como lo que era, un ángel sin poder. 
-Te he dicho, que tenías que hacerle creer que eras la tu la que estaba detrás de todo esto -la voz sonaba seria. Una voz que ya conocía. 
-¿Pero por qué? -sonó ya completamente fuera de sí -Yo solo soy un ángel... estoy dudando de... -¿de qué? La voz la interrumpió con un grito. 
-No puedes dudar... esta es una buena causa Angela. Si yo no la tengo conmigo, esto quedo en la nada... al fin los ángeles podrán tener el poder que tanto deseas. Eso es a lo que quiero llegar -¿de qué esta hablando? 
-Lo sé, y quiero hacerlo... por mis antecedentes y mi descendientes. Pero... por qué no le dices la verdad, si eres el bueno... ¿por qué dejas que todos te piensen por malo? -
-Corazón, algún día lo vas a entender. Tu porque estás enamorada de mi y no puedes ver con claridad - 
-El día que podamos estar juntos, podre ver todo a tu manera. Yo ... te amo -¿a quién? 
-Es raro que alguien ame a Soer querida... algún día sabrás -Soer? Esa luz era Soer? 





miércoles, 2 de noviembre de 2011

Cap 19. Mío, solo mío

Es decir que Soer esta cerca, pues debo pelear con él, pero... ¿cuánto tiempo tendré? Un escalofrío recorre mi columna vertebral, no puedo ni imaginar cuando llegue el momento de estar frente a frente con ese ser... repugnante. 
Debíamos esperar, y yo me tenía que entrenar inmediatamente, no sea cosa que se nos aparezca y yo no este preparada para nada. 
-Ovatsug -dije mientras lo abrazaba -debemos entrenar -susurre en su oído, él me miró, tenía los ojos hinchados, había llorado. 
-Lo sé -dijo mientras se levantaba y se dirigía a la sala. Yo me quedé sentada allí en la cocina. -Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! -escuche un grito proveniente de él. Me dirigí corriendo hacía la sala y pude ver a mi amigo Edahi con Atempa -¿Quién es él? -gritó desesperado mi amor- 
-Para -dije antes de que lanzara algún hechizo -Es amigo nuestro, Edahi -Ovatsug me miró fijamente a los ojos-
-Edahi? -dijo sorprendido- Tu eres Edahi? -se lo notaba entusiasmado- 
-Si soy yo -dijo mi amigo mientras lo miraba nervioso- 
-Oh, esto es genial! -comenzó a gritar mi amor mientras me abrazaba fuertemente, yo seguía sin entender nada- 
-¿Qué sucede? -pregunté confusa- 
-¿Qué no sabes quién es él? -preguntó mientras me miraba a los ojos fijamente, yo lo mire aún más confundida- 
-Oh, debes esperar -dijo mientras miraba a Edahi- Bienvenido a la familia, hermano -dijo sonriente ¿qué?- 




-Amor, debo irme... esta bien que Edahi me cubrirá, pero si se da cuenta de algo? -le dije a Ovatsug mientras llevaba a mi boca un bocado de esa deliciosa comida hecha con las sus perfectas manos- 
-No va a descubrir nada, porque nadie puede contra nosotros -dijo sonriente mientras bebía un poco de agua, yo no pude evitar sonreír- 
-Si gano la batalla -comencé a hablar mirando al plato de comida -vamos a estar juntos... ¿verdad? -espere su respuesta- 
-Claro... ¿a qué se debe esa pregunta? -me miró curioso, podía sentir su mirada sobre mi cuerpo, me puse realmente nerviosa- 
-Temo que me lleven de vuelta a mi dimensión -dije sin apartar la vista del plato, ver sus ojos en estos momentos, me pondría demasiado nerviosa... - 
-Si lo hacen, te seguiré sea como sea, para quedarme contigo -se paró y se arrodillo a mi lado -Te lo prometo, te amo Flora -dijo mientras levantaba con unos de sus dedos mi mentón y depositaba un pequeño beso en mis labios, yo solo sonreí -Ven, voy a mostrarte algo -me tomo de la mano y me llevó con él- 
No sabía que quería mostrarme y la intriga existía en todo mi cuerpo, a tal punto de volverme molesta. Me encontraba sentada en la cama mientras él buscaba en su bolso algo, ¿qué? No lo sé, lo he preguntado millones de veces y no quería contestarme. 
Al fin sacó una pequeña cajita color negra y se sentó a mi lado. 
-Esto, es muy importante para mi -dijo mientras tomaba mi mano con la suya -Es algo que nunca me atreví a darle a nadie, porque no puedo separarme de este objeto... aunque no es un simple objeto -dejó sobre la palma de mi mano la pequeña cajita, la abrí y dentro llevaba un anillo con una piedra preciosa color azul marino -Era de mi mamá, se lo había regalado mi padre cuando se conocieron, pero hay un secreto -yo lo miré sorprendida a los ojos, para seguir escuchando su historia -Gracias a este anillo, mi padre le entrego su vida a mi mamá, cuando uno de los dos esta mal, la piedra cambia de color... así quedaron unidos para siempre, y donde iba mi mamá él debía estar allí, pues su vida se encontraba con ella -una lágrima comenzó a salir de mis ojos, la historia era muy emotiva -Te lo doy, para que sepas que con esto, jamás podrán separarnos -dijo sonriente, todavía recordando la bella historia de sus padres, me colocó el anillo en uno de mis dedos de la mano izquierda- 
-Te amo -dije mientras me abalanzaba sobre él y comenzaba a besar sus hermosos labios, era una batalla para ver quien se amaba más, nuestras lenguas se buscaban en cada rincón de nuestras bocas para hacer una sola, y bailar... me tomó de la cintura y giró quedando él encima mío, nos separamos para respirar y apoyó su frente en la mía- 
-Eres mi mujer, y yo soy tuyo... -susurro mientras una sonrisa se le dibujaba en su rostro. Volvió a besarme pero esta vez con más intensidad haciendo que los dos nos envolviéramos en una burbuja llena de amor, pasión y deseo- 
Ovatsug, él primer hombre que ame de verdad y él único capaz de hacerme mujer.