domingo, 12 de febrero de 2012

Cap 24. Prepararse

Miré a Edahi una vez más antes de tener que reunirnos con el resto del grupo, Ovatsug y Atempa nos esperaban en el escondite para decirles algo muy importante que habíamos descubierto con mi hermano. 
Fue todo como por arte de magia, aquí nada sucede por qué si y no debemos confiarnos. 
-Vamos a hacer lo siguiente. Si es verdad que viene Soer en unos días debemos estar preparados cada uno en sus puestos -me decía serio Edahi, yo solo asentía, habíamos estado toda la noche planeando lo que podíamos hacer para la llegada sorpresa de ese ser maligno, no teníamos que perder más tiempo. 
Entramos al escondite y allí estaban nuestros amigos, nuestro compañeros de lucha. Miré a Ovatsug y fui directo a abrazarlo, pensar que después de esto podría separarme de él, sería como un puñal en mi corazón. 
-Ey ¿por qué nos llamaron urgente? -pregunto Atempa mientras tomaba del brazo a Edahi, su amor. Después de tanta locura, de tanta pelea, el amor sigue vivo allí y es esa luz entre tanta oscuridad, lo que nos hace seguir. 
-Escuchamos a Angela otra vez -dije seriamente, sentí la mirada de mi amor en mi. -Y al parecer Soer llegará en unos cinco días -sentí como Atempa tomaba una bocanada de aire, sorprendida por la noticia. Pero ella no era la única sorprendida, cuando escuché a Angela hablar nuevamente con Soer y al darme cuenta de lo que estaba diciendo "Te espero en cinco días Soer" Fue como un balde de agua fría cayendo por completo en mi, Soer estaba cerca... Soer estaba llegando y debíamos prepararnos. 


Fuego: El ejercicio del fuego era algo fácil para mi, no debía hacer mucho esfuerzo, solamente debía mirar fijamente el muñeco que tenía delante mío y concentrar mi mente en solo una cosa : Incendiarlo. Estuve varios minutos tratando de hacer que mi mente quedará en blanco para poder pensar solamente en eso, mi misión en estos momentos. Miré fijamente el muñeco que tenía frente a mi, y en un abrir y cerrar de ojos se encontraba ardiendo. Sonreí victoriosa... primera fase, hecha. 
Agua: Inundar la mitad de la habitación y la otra dejarla totalmente seca sería algo realmente imposible a la vista de cualquier mortal. Pero como ya he dicho muchas veces, en este mundo nada es imposible. Ese era el ejercicio, requería aún más concentración, medir el espacio y la cantidad de agua que necesitaba para hacerlo. Me acerqué a un tanque lleno de agua, ya había visto a Ovatsug hacer esto alguna vez; estire mis manos, cerré los ojos fuertemente y sentí como mi cuerpo iba acumulando de a poco toda el agua del tanque, así hasta estar completa. Me di media vuelta sobre mis talones y abrí mis ojos, me sentía pesada en mi interior, sentía el agua dentro de mi; Ovatsug y Edahi me han dicho más de una vez que no debía estar mucho tiempo con tanta cantidad de agua en mi porque sería algo imposible de soportar, pero raramente yo podía soportarlo, ya lo había experimentado varias veces. Medí la dimensión de la habitación y logré ubicar la mitad de esta, con un poco más de concentración estire mi mano derecha y comencé a llenar el espacio vacío al otro lado del lugar, extendí mi mano izquierda para terminar con el trabajo y al ver que lo había logrado, que había logrado controlar la cantidad de agua que salía de mi cuerpo, volví a sonreír. Segunda fase, hecha. 


-¿Y ahora? -pregunté contenta a mis dos profesores, Atempa miraba todo atentamente. 
-Debemos descubrir cual es tu tercer poder en dominar -dijo Edahi, Ovatsug asintió. 
-Para eso, vamos a darte un ejercicio en el cual se junten los dos poderes: Tierra y Aire. Ahí veremos -me dijo mientras me dedicaba una sonrisa, yo asentí y nos dirigimos al aire libre, donde sería la tercera y última fase.


Tierra y Aire: Hacer que la tierra que se encontraba debajo de mis pies se mueva a tal punto de separarla, era lo que debía realizar para poder saber si realmente podía dominar la tierra. Si eso no funcionaba debía hacer que el viento tomara una dirección diferente y poder volar tranquilamente en el aire. 
Fui a una parte indicada por mis profesores, me paré firmemente, debía hacer que se mueva la tierra que me sostenía. Me concentré y estiré mis manos mirando hacía el suelo con los brazos a ambos lados de mi cuerpo; de a poco mi cuerpo comenzó a temblar, primero como si fuese por frío o por una leve brisa pero luego un terremoto se encontraba en mi interior. Abrí los ojos con furia, haciendo fuerza con cada milímetro de mi cuerpo, apretaba mi mandíbula a tal punto que creía que se iba a romper en pedacitos. Ahora no era yo la única que temblaba, sino que la tierra debajo de mi también. Quise probarme y no escuche los gritos de mis compañeros que se encontraban al otro lado, seguí y logré que de a poco la tierra que sostenía mi cuerpo comenzara a separarse a tal punto de hacer un hueco en ella. Pero quería más, necesitaba más. La tierra se separo de un golpe brusco quedando cada parte en un lugar totalmente alejado de la otra, haciendo que caiga yo en un abismo hacía la nada misma, donde había más tierra. Miré hacía abajo e hice fuerza por segunda vez con mi cuerpo una de mis manos la extendí hacía el cielo y la otra la mantenía apuntando la tierra debajo de mi. Pude sentir como me sostenía en el aire, no volaba solo podía sostenerme en este como si fuera algo concreto. Hasta que de pronto la tierra que se encontraba bajo metros de profundidad toco mis pies, la había elevado y ahora me encontraba yendo hasta el lugar donde había estado antes. 
Sentí como la tierra se acomodaba en su lugar y al bajar el brazo que estaba extendido hacía el cielo, pude sentir como el viento volvía a soplar nuevamente cuando minutos antes se había detenido. 
Me di media vuelta sobre mis talones y abrí los ojos, noté la expresión atónita de Ovatsug, la sonrisa triunfante de Atempa y la mirada perdida de Edahi. 


"¿Qué paso?" pregunté mentalmente a Edahi y rápidamente escuché unos cuantos murmullos dentro de mi cabeza, no podía sacar nada claro de ellos. Hasta que uno, el último me sorprendió por completo. 
"Dominas los cuatro poderes, algo imposible"


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Nunca pensé que escribir una novela como esta sea tan raro y difícil, creía que solo se trataba de imaginar, pero no. Va más allá de eso, escribir y borrar, tirar hojas a la basura y seguir pensando es algo que estuve haciendo todo este tiempo. O la imaginación se había esfumado de mi vida, o tenía un bloqueo mental que Soer había aplicado en mi para que no pudiera seguir con la novela. No lo sé, lo único que sé es que todo llego como un sueño, de pronto sabía que decir y que hacer, sabía lo que debía hacer Flora. Sabía como seguir con la historia. 
Perdón por el tiempo, por la tardanza. Pero los y las escritoras más importantes del mundo, siempre se han tomado su tiempo en crear su obra maestra. Y pienso firmemente que esta novela va a hacer mi primera obra maestra, por eso todo llega así, a paso lento pero seguro. 
Espero les guste este capítulo, un gusto haberlo escrito. Nos leemos pronto o tal vez no, depende lo que digan mis sueños. 


Milena