Cap 6. Asustada

Esa idea que se había cruzado era loca, pero necesitaba que alguien me enseñara, y el alguien perfecto podía ser el, Ovatsug. De alguna manera tenía que sobrevivir en este lugar, y si para eso tenía que aprender a manejar mis poderes, lo haría, y con gusto.

Miré atentamente la expresión de Ovatsug, que parecía pensarlo. No sé si pasaron segundos o minutos u horas, pero ya estaba impaciente. Giré mi cabeza hacía Atempa que estaba a mi lado, observando con atención al mago que teníamos en frente. 

Abría la boca y luego la cerraba como si no supiera que decir. ¿Tan difícil era decir SI O NO? Por dios, Ovatsug apúrate -pensé- pero no, el seguía sin decir palabra alguna. Luego de un rato decidí tomar ese silencio como un "no puedo" así que me retire de la habitación y me dirigí al exterior. 

En la calle podía ver los ángeles y las hadas, los duendes y los animales más raros del mundo. 

-Flora, tengo que decirte algo -dijo Ovatsug detrás mio. No pude darme vuelta para verlo, no tenía fuerzas, me sentía mal. Mareada, todo se estaba volviendo oscuro, no podía ver nada. -Flora, contéstame, no te enojes -Ovatsug habló con un tono de disculpa en su voz.
De repente escuche un susurro, todo a mi alrededor no estaba allí. Ni Ovatsug, ni la calle, ni los seres de fantasía. Nada.
Solo yo en medio de una habitación oscura, con una voz de fondo.
-Shall miral yoqui -repetía una y otra vez aquella voz. Miré a mi alrededor para encontrar de donde provenía esa voz.
Pero me encontré con algo, que me hubiese gustado no ver. Unos ojos amarillos, malos, eso se notaba. Me miraban con odio, o eso pensé. Mi corazón comenzó a latir descontrolado, esos ojos provocaban algo en mi.
-Shall miral yoqui -volvió a repetir aquella voz aterradora, y esos ojos mirándome fijamente, se iban acercando a mi. Yo quería moverme, pero parecía pegada a aquel sitio.
Una vez que los ojos estaban a centímetros de mi cuerpo volvió a hablar, pero esta vez dijo otra cosa.
-Sihi, relte yotuu -me dijo
-No hablo su idioma -dije asustada, aterrada
-Jajajajajajajajja -una estruendosa risa maligna se escuchó por todo el lugar
-Lo sé, niña, ger le -habló
-¿Que quiere? ¿Quién es? ¿Dónde estoy? -pregunté rápido
-Son muchas preguntas cariño, relájate. Estas conmigo, con Soer -me confesó. Soer, lo había escuchado.
¡Oh no! Soer, es quien me hablo la jefa, es con quien debo combatir. -Tienes miedo, ¿por qué? No pretendo hacerte daño -dijo calmado
-Ah ¿no? Pues, me han dicho otra cosa -no sé como tome las fuerzas necesarias para desafiarlo, pero sentía que con el no tenía que ser cobarde
-¡Te mienten! -gritó, volví a asustarme, pero pude mantener mi postura firme -Cariño -se calmó -ellos te mienten, seguramente te han dicho que soy quien se apodero del Clan de la Magia Negra ¿verdad? -solo asentí -Y que soy el más poderoso, y que uso la magia de forma malvada y cínica ¿no? -volví a asentir -Pues te mintieron. Es verdad que soy poderoso, pero no soy malo, no. Solo que estoy luchando por un mundo unido -una parte mía, no le creía pero otra, si. -Ahora te dejare volver, adiós, nos vemos pronto querida

Abrí los ojos y estaba en brazos de Ovatsug que tenía una mirada que reflejaba tristeza y preocupación, pero al ver que yo reaccionaba, que abría los ojos, su mirada se lleno de felicidad.
-Despertaste -yo miré a mi alrededor y pude darme cuenta de que estaba en mi habitación, me paré rápidamente y mire todo con mucha atención -¿Qué te... -comenzó a preguntarme Ovatsug, lo callé rápidamente
-Shhh -me miró incrédulo.
Tenía miedo, estaba asustada y podía admitirlo, si admitirlo para mi. No quería parecer una floja delante de aquel hombre tan único. Así que lo mire fijamente, no sabía que reflejaba mi mirada, yo esperaba que reflejara atención, incredulidad, pero lo que mas sentía en ese momento era miedo. Y el me miraba de modo preocupante, es decir que con mi mirada estropeaba las cosas. Como dijo alguien una vez "una mirada vale más que mil palabras" y eso era cierto, más con el. Que con solo verlo podía decirle que me sucedía.
Así que agache la cabeza y quede con la mirada fija en el suelo, para verlo de vez en cuando de reojo. El estaba impaciente, nervioso, ansioso por querer escucharme.
-Fue algo raro, Soer se contacto conmigo -le comenté -Pero me dijo que no era malo, que no era necesario tener miedo
-¿Le creíste? -Fue lo único que dijo
-No lo sé... no sé que creer -admití
-Más vale, no le creas, es maligno -me advirtió
-¿Y si no lo es? -pregunté
-No te atrevas ni a decir eso. El es cínico, es maligno, no es bueno. -me dijo seriamente
-¿Y si no lo es? -volví a decir -Y si los malos aquí son los que nos dicen que el es malo, si los malos aquí son los que dicen ser "buenos" -grité alterada
-¿Es qué estas loca? El jamás podría ser bueno, no tiene ni la minúscula intención de serlo -me gritó
-¿Cómo lo sabes? Si se contacto conmigo es porque tal vez me necesita, el me dijo que quería un mundo más unido, entre todos -dije ya bajando el tono
-Si, te necesita -admitió -pero para su plan de destruirnos -me miró fijamente -sos la elegida, y si te tiene a vos, ya esta. Ganó -dijo
-¿Cómo puedes estar seguro? El tal vez, el... -quise hablar, defenderlo, tal vez podía tener razón
-Puedo estar seguro de que es malo, porque mató a mis padres sin motivo -dicho esto salió de la habitación luego de pegar un fuerte portazo.
Me dejó helada "porque mató a mis padres sin motivo" esa si que era una buena razón para justificar lo que se decía de el. Pero... no es que quiera ser mala, y si... ¿si había motivo? No lo sé, solo sabía que tenía que saber más, ademas de no saber nada.